Tigres ya había recibido 3 rojas en una final

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normalHidalgo Sport. Medio Tiempo.- La pesadilla roja regresó para Tigres, y de nuevo en una Final. Tal como ocurrió en el Apertura 2003, los auriazules terminaron una disputa por el título pintados de rojo, perdiendo tres elementos, que prácticamente sentenciaron la caída en la búsqueda de la Copa.
La polémica de esta Final surgió del arbitraje, con un número poco usual de expulsados, aunque en apariencia esta vez con justicia y apego al reglamento por el central Paul Delgadillo.
Ya con el América ganando 2-1 en el global, el recién ingresado Hernán Burbano cortó un avance de Miguel Layún que se perfilaba para un mano a mano contra el portero Nahuel Guzmán. Era el minuto 63′, y los felinos se quedaban con 10 hombres, ya con el marcador en contra.
Tres minutos después, Damián Álvarez forcejeó en medio campo y tras marcarse la falta tiró un puñetazo que no hizo blanco en Sambueza, pero el árbitro vio el intento de agresión y mandó a las regaderas al argentino naturalizado, quien estalló en cólera y por poco agrede al silbante antes de dejar el campo.
Ya Tigres estaba desmoronado, pero al 71′ vino lo impensable, el potero Nahuel Guzmán aumentaría la suma. En una descolgada de Michael Arroyo que fue marcada como fuera de lugar, pero el delantero siguió la acción y el guardameta aprovechó para ponerle una patada en el pecho al americanista, ganándose la segunda amarilla y por ende la ruta temprana al vestidor.
Tigres se quedó con ocho, y de inmediato a muchos se les vino a la mente la Final del 2003, cuando los felinos, en su cancha, perdieron a tres hombres por expulsión en el duelo por el título ante Pachuca.
En esa ocasión, Tigres caía 3-1 tras el juego de Ida, y para la Vuelta, sin poder romper el 0-0 cayó presa de la desesperación y se desdibujó. Reflejo de esto, Antonio Sancho recibió el segundo cartón amarillo al 64′ tras patear sin balón en el medio campo a Jaime Correa.
Diez minutos más tarde, y con el marcador sin movimiento, Eduardo Rergis se llevó la roja directa al ponerle un planchazo a Andrés Chitiva en medio tarde, llegando tarde a la disputa del balón. Por Pachuca Joel Huiqui se ganó la segunda amarilla en una falta sobre Gaitán, pero luego al 84′, Irenio Soares cortó un avance de Gabriel Caballero con una patada por la espalda, llevándose el cartón rojo.
Marco Rodríguez se volvió desde entonces un personaje non grato para la afición en los partidos en el “Volcán”, hasta que en el 2011, en la Final ante Santos, el polémico silbante expulsó a dos elementos Guerreros; primero Oswaldo Sánchez al 12′ en un polémico penalti, y después al 69′ al defensa Felipe Baloy, en forma conjunta con el defensor felino Israel Jiménez por manotazos entre ambos.
Otro antecedente con tres expulsiones para un equipo en una Final ocurrió en el Apertura 2005, cuando Marco Rodríguez echó por roja directa a los Rayados Paulo Serafín al 14′ y Joel González al 48′, y por doble amarilla a Luis Pérez al 81′. Rayados perdió ese partido 0-3, para un global de 6-3 a favor del Toluca.

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